𝗗Í𝗔 𝟮: CALIFICADOS PARA EL FAVOR

A veces pensamos en los errores que hemos cometido, nuestro pasado, o incluso lo que otros opinan de nosotros y nos preguntamos ¿𝗦𝗲𝗿𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗲𝘀 𝗲𝗹 𝗱𝗲𝘀𝗲𝗼 𝗱𝗲 𝗗𝗶𝗼𝘀 𝗯𝗲𝗻𝗱𝗲𝗰𝗶𝗿𝗺𝗲? Puedes sentirte descalificado e invalidado para recibir el favor de Dios.

Pero lo más importante para nosotros entender acerca del Favor y la bendición de Dios es que este no se nos da por quienes somos o fuimos, si no que se nos da por quién Jesús es. Y porque tú vives en Cristo, siempre tendrás favor a los ojos del Padre. Tienes un lugar de relación que te empodera de encontrar a Dios de la misma manera que Jesús lo hizo.

El mismo favor al que accedes cuando haces las cosas bien, es el mismo favor al que accedes cuando no lo estás haciendo bien. Es exactamente la misma medida. A Dios no le importa si lo estás haciendo bien o mal en el contexto del favor. Si lo estás haciendo mal, su favor te permitirá mejorar. Y si lo estás haciendo bien, él te favorecerá para que seas aún mejor.

Es exactamente igual ¿porque? 𝙋𝙤𝙧𝙦𝙪𝙚 𝘿𝙞𝙤𝙨 𝙣𝙤 𝙘𝙖𝙢𝙗𝙞𝙖, 𝙚𝙨 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙞𝙨𝙩𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙮 𝙨𝙪 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙣𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙛𝙖𝙡𝙡𝙖.

-𝗥𝗲𝗰𝘂𝗲𝗿𝗱𝗮: Jesús viviendo en ti tiene todo el favor de Dios en sí mismo. ¡Su presencia en ti libera esa misma abundancia de favor, confianza y seguridad!.

𝗝𝘂𝗮𝗻 𝟭:𝟭𝟲-𝟭𝟳 "De su abundancia, todos hemos recibido una bendición inmerecida tras otra. Pues la ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor inagotable de Dios y su fidelidad vinieron por medio de Jesucristo".